Un buen PetLover examina a diario el color de las heces de sus perros, pues pueden ser el síntoma de una enfermedad intestinal, de hígado o gástrica | Barkibu

Sobre la salud de tu mascota

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6/3/2023

¿Por qué mi perro caga de color naranja? ¿Es grave?

Como buenos cuidadores, tenemos que estar siempre muy atentos a la variación de color en las heces de nuestros perros, en su consistencia y en si tienen diarrea o están estreñidos. Tanto sus vómitos, sus excrementos como su temperatura corporal son importantes indicadores de su salud.

En relación a las cacas de tu perro, su forma, densidad y color pueden variar, alertándonos de distintos problemas que es menester atender.

En este artículo vamos a explicarte lo que le pasa a tu colega si presenta heces de color naranja, para que cuando les pidas ayuda a nuestros especialistas puedas formular mejor tu pregunta.

Tabla de contenidos:

Qué síntomas me revela el color de las heces de mi perro

El problema del color naranja es que es uno que fácilmente se puede confundir con el rojo o con el amarillo. En el momento en el que detectamos que nuestro perrito caga de una manera extraña, nos alarmamos y podemos llegar a confundir los colores. Antes de hacer tu consulta revisa los excrementos de tu peludo y comprueba si en efecto es naranja o si es un color producido por la presencia de manchas de sangre.

Si en efecto las hay, suelen ser un indicativo de que tiene una irritación en su sistema digestivo, normalmente en el colón. Si se confirma que le ocurre esto, no hay de qué preocuparse, tan solo tendrás que ser más cuidadoso a la hora de elegir su dieta, comprar pienso de calidad y también darle de comer golosinas naturales y recetas húmedas. Sin embargo, si la sangre sigue apareciendo al cabo de un par de días, puede que se trate de una hemorragia interna. Esta situación requiere asistencia inmediata.

Si esta sangre no es opaca, sino que tiene ciertos reflejos e incluso parece que brilla, entonces puede que el problema se encuentre en sus intestinos. Anota estos datos para que, al hacerle tu consulta a nuestros veterinarios, podamos darte la solución que necesitas.

Las heces de mi perro son naranjas pero sin sangre

Si has descartado que la caca de tu perro esté coloreada por su sangre, siendo efectivamente naranja, entonces estamos hablando de un síntoma que apunta hacia un problema del hígado o de la vesícula biliar. El tono anaranjado que presenta en sus deposiciones se forma al mezclarse el amarillo de la bilis con el marrón habitual.

Si este es su caso, haznos tu consulta cuanto antes pues tu peludo necesita un examen a fondo de su estado de salud general ya. A los perros les ocurre como a los humanos. Un problema en el higado se manifiesta a través de una coloración amarillenta en el blanco de los ojos, en las encías y, en ocasiones, también en los excrementos. Un perro con problemas biliares también puede llegar a vomitar, en ocasiones, un líquido que también es amarillento o ligeramente anaranjado.

¿Es grave que mi perro haga caca de color naranja?

Para poder determinar si su estado es grave se necesita, como decimos, un examen exhaustivo. Que vomite líquido amarillento o que expulse heces a juego puede significar una mala digestión, una ingesta demasiado rápida de alimentos o una enfermedad hepática. Para valorar en tu casa el estado de gravedad de tu perrete, haz un seguimiento de sus heces.

Si al cabo de medio día o tras tres deposiciones sigue haciendo caca de color naranja, o esta aparece en combinación con vómitos o con otros síntomas, tienes que acudir con urgencia a un veterinario. Si cambia su conducta, se muestra letárgico y cansado, sus mucosas presentan un color pálido y su abdomen está inflamado, tienes que actuar ya.

Cómo prevenir que mi perro no tenga enfermedades de hígado

Como en todo lo que se refiere a la salud, la mejor cura es la prevención. Empieza por optimizar la comida que le das. Controla sus raciones, repartiéndola en cinco a lo largo del día. Si notas que a tu perro le gusta atiborrarse, compra un comedero que separe las partes de su rancho entre sí, para que tenga que esforzarse e invertir un descanso entre mordisco y mordisco.

Lo mejor para su digestión es que trague poco a poco, con mesura. No dudes en ponerte a su lado y servirle así su pienso para que se acostumbre a un ritmo más sano.